lunes, septiembre 05, 2005

lunes, día maldito.

De los 7 que comprenden la semana, sólo en uno experimento (me consta que no soy el único) la insoportable levedad del ser. Mucha gente comienza a deprimirse en el ocaso del domingo, pero a mí me llega la devastación total al sonar el despertador del segundo día de la semana que es el primer día de trabajo. Desde que me despierto, sólo espero que transcurran tranquilamente las horas que restan del día para poder acostarme, dormir y despertar lo más pronto posible en martes.