jueves, noviembre 03, 2005

Carajo

Con “carajo” se puede decir todo. Es más que una simple palabra, es una expresión que sintetiza la frustración, el cansancio y cualquier cosa que nos tenga hartos. Es perfecta por su énfasis y porque puede ordenar a partir de su presencia, las diferentes posibles oraciones por desarrollar.

Existen otras diferentes palabras igual de folklóricas que pueden significar lo mismo, pero que no condensan igual la información ya que son muy conjugables. Se puede decir “carajo” o “chingada”, pero la diferencia es que “chingar” tiene 9 diferentes usos según el diccionario de la Real Academia Española, que van desde cortar el rabo a un animal hasta cogérselo.

Ismael, un amigo que siempre está buscando nombres para sus futuros hijos, piensa que carajo sería un nombre fuerte y con mucha personalidad para uno de sus retoños. Eso me hizo pensar que carajo es, sin duda, masculino.

No es una cuestión sexista ni mucho menos, pero esta palabreja tiene el poderío del macho. Es más, en cualquier diccionario esencial trae como su descripción “miembro viril”. Aunque yo jamás he escuchado en ninguna parte a alguien que le diga así a su pene, glande, órgano, falo, pito, puntal, vara, madero, príapo, bálano, haba, capullo, palo, verga, minimi, o los sinnúmeros de nombres.

Lo que es cierto es que tiene una fuerte identidad que abarca a todos los que hablamos castellano. Esta palabra significa lo mismo en Latinoamérica que en España. No es como concha, papaya, pendejo, cajeta, bla, bla, bla… que tienen uno o varios significados dependiendo en el país que se diga.

Por eso, porqué la compañía de Bill Gates no incluye tan dicha (en toda la expresión) palabra en el programa Word y deja de joder marcándola como error. ¡Carajo!