martes, noviembre 15, 2005

Marcia

¿A quién pertenece un recuerdo?

¿Al ser u objeto recordado o a la memoria de la persona que lo recuerda?

¿Es la representación mental colectiva lo más parecido a la realidad?


Esas preguntas me las hizo Marcia, que acaba de regresar de un viaje introspectivo que casi la mata. Por eso, es muy extraño y fascinante reconocer a la persona que era, ya que estaba acostumbrado a la Marcia alcohólica, drogadicta y depresiva de los últimos años.

Su transformación para tocar fondo abarcó mucho tiempo y concordó con mi propia emancipación, por lo que no sentí este cambio de forma radical y, como ella siempre estuvo medio loca, me valió un poco madres. Por desgracia.

Ahora que platicamos, puedo reconocer porqué llegué a quererla tanto. Y que con el amor que le tuve desde un principio, pude conformarme con tener un amiga qué más bien parecía un fantasma, con todo y que no sé bien que signifique esto.

Cuando Marcia me hizo estás preguntas, supe que se refería a ella misma. De esta manera descubrí que estaba de regreso gracias a su muy particular estilo de ver las cosas y por su pasión e interés por casi cualquier cosa. Fue como verla reencarnada en sí misma.

Según ella, fue su propio recuerdo el que la hizo ver en donde estaba parada. Que fue a través de repensar lo que la hacía feliz de pequeña, como planteó lo que debía hacer para comenzar a parecerse a esa imagen. O eso cree.

Fue su memoria la que hizo el trabajo de regresar a sí misma, ya que nadie recuerda a la verdadera Marcia tras años de vivir con la mente en otro lado . De hecho, no saben que la actual es la real, por lo que la gente piensa que acaba de perder lo último que le quedaba de lucidez.

Y aunque Marcia ahora tiene un montón de planes y que me ha prometido nunca dejarse sobajar nuevamente por sus demonios, no encuentra la manera de salir del hospital psiquiátrico donde la metieron.

Por eso me pide su ayuda, a mí, a la única persona que la entiende y que no puede ayudarla aunque quisiera.

Después del accidente nunca pude recobrar mi cuerpo, y mi querida Marcia me ve más que nunca y jura a todo el mundo que no sólo soy un recuerdo.

2 Comments:

Blogger Bato said...

un poco viajado

1:48 p.m.  
Blogger Slv Vr said...

pienso que los recuerdos nos pertenecen a quienes los hemos vivido. muchas veces es lo unico que nos queda, es lo unico que nos pertenece.
fotografias, objetos, personas, lugares... demasiado amaterialista, me decanto por lo efimero.

ademas lo etereo es infinito. nada, nadie ni nunca nos los podran robar. nos perteneceran siempre, tanto los buenos como los malos, tanto si queremos como sino son parte de nosotros hasta la eternidad. tal vez el dia del juicio final (si es que realmente existe ese dia) nos podamos deshacer de ellos.

un saludo, te continuo leyendo.

3:46 a.m.  

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