Las reinas de casa.
La naturaleza tiene una amplia lista de seres, que cubre desde los que pesan miles de kilos hasta los que sólo se miden en menos de 10 gramos. De toda la gama, las que me han provocado una especial fascinación han sido las arañas. No sólo por su alienígena aspecto, ni sus alucinantes telas, sino porque ahora las considero mis aliadas. Me comunico con ellas.
Mi mujer y yo hicimos una pacto con los arácnidos cuando comenzamos a vivir en nuestra casa. Les prometimos no meternos con ellos, si éstos hacían lo mismo. Con sólo dirigir unas palabras de paz directamente a uno, el trato está arreglado. Por eso, de todos los insectos como las hormigas, moscas, mosquitos, polillas, ciempiés, escarabajos y cucarachas que rondan las zonas amplias hasta los más recónditos de los recovecos, son las arañas a las únicas que no tratamos de ahuyentar. De hecho, ellas nos ayudan para tal cosa.
Por ejemplo, hace unos días estaba a punto de ducharme cuando vi algo parecido a una tijereta que se metía por un orificio de la puerta del baño. Pensé que tendría que fumigar, pero recordé a la araña patona que vive debajo del portajabones de la regadera, por lo que enseguida disipé esa idea. Sé que mis pensamientos fueron recibidos por mi inquilina porque al día siguiente, la patona tenía al insecto enrollado como un cigarro hecho a mano, listo para embutirlo poco a poco.
Por supuesto se lo agradecí y me sentí totalmente conectado con ella. Por si fuera poco, además soy alérgico a muchos insectos, por lo que distinguí algo en común: son nuestros enemigos.
De todos los bichos, los más despreciables son los mosquitos. Esos pequeños vampiros que siempre han sido mi coco. De niño, cuando me preguntaban a qué era alérgico, decía que al piquete de esos ojetes. Cuando uno de éstos me pica, se me hincha la parte dañada de tal forma que alcanza la deformación.
Qué decir del piquete de abeja. Una vez tuvieron que medicarme con antihistamínico inyectado porque la hinchazón no bajaba después de 3 días. El maldito piquete me dio en la vena superficial del antebrazo, justo en donde se saca la sangre invadiendo con sustancia tóxica todo el brazo.
Por otro lado están las cucarachas, esos portadores de enfermedades. Con eso digo todo.
El remedio para toda esta maraña de pequeñas desgracias, han sido mis amigas las arañas, que gracias a un entendimiento que va más allá de la metafísica, hemos podido convivir con ellas hasta el absurdo. Es tal nuestro respeto, que para una comida familiar, Fabiola tuvo que mover por unas horas a la vecina de 8 patas que ocupa el baño de abajo. Su hermano les tiene pavor.
Así funciona nuestro pacto, nosotros les damos asilo y ellas combaten y tragan montones de insoportables parásitos que viven entre nosotros. Es un acto de tolerancia y asociación entre dos especimenes diametralmente opuestos. Tan así, que a veces me he visto removiéndolas de mi ropa puesta o sacándolas de mis zapatos sin recibir el menor indicio de ataque.
De esta manera, son los arácnidos con tráqueas los que diariamente se ven envueltos en escaramuzas aisladas contra los demás insectos, proveyéndonos de un tranquilidad aparente.
En sus pequeñas dimensiones, las arañas hacen valer su absoluto dominio de mi casa.
Mi mujer y yo hicimos una pacto con los arácnidos cuando comenzamos a vivir en nuestra casa. Les prometimos no meternos con ellos, si éstos hacían lo mismo. Con sólo dirigir unas palabras de paz directamente a uno, el trato está arreglado. Por eso, de todos los insectos como las hormigas, moscas, mosquitos, polillas, ciempiés, escarabajos y cucarachas que rondan las zonas amplias hasta los más recónditos de los recovecos, son las arañas a las únicas que no tratamos de ahuyentar. De hecho, ellas nos ayudan para tal cosa.
Por ejemplo, hace unos días estaba a punto de ducharme cuando vi algo parecido a una tijereta que se metía por un orificio de la puerta del baño. Pensé que tendría que fumigar, pero recordé a la araña patona que vive debajo del portajabones de la regadera, por lo que enseguida disipé esa idea. Sé que mis pensamientos fueron recibidos por mi inquilina porque al día siguiente, la patona tenía al insecto enrollado como un cigarro hecho a mano, listo para embutirlo poco a poco.
Por supuesto se lo agradecí y me sentí totalmente conectado con ella. Por si fuera poco, además soy alérgico a muchos insectos, por lo que distinguí algo en común: son nuestros enemigos.
De todos los bichos, los más despreciables son los mosquitos. Esos pequeños vampiros que siempre han sido mi coco. De niño, cuando me preguntaban a qué era alérgico, decía que al piquete de esos ojetes. Cuando uno de éstos me pica, se me hincha la parte dañada de tal forma que alcanza la deformación.
Qué decir del piquete de abeja. Una vez tuvieron que medicarme con antihistamínico inyectado porque la hinchazón no bajaba después de 3 días. El maldito piquete me dio en la vena superficial del antebrazo, justo en donde se saca la sangre invadiendo con sustancia tóxica todo el brazo.
Por otro lado están las cucarachas, esos portadores de enfermedades. Con eso digo todo.
El remedio para toda esta maraña de pequeñas desgracias, han sido mis amigas las arañas, que gracias a un entendimiento que va más allá de la metafísica, hemos podido convivir con ellas hasta el absurdo. Es tal nuestro respeto, que para una comida familiar, Fabiola tuvo que mover por unas horas a la vecina de 8 patas que ocupa el baño de abajo. Su hermano les tiene pavor.
Así funciona nuestro pacto, nosotros les damos asilo y ellas combaten y tragan montones de insoportables parásitos que viven entre nosotros. Es un acto de tolerancia y asociación entre dos especimenes diametralmente opuestos. Tan así, que a veces me he visto removiéndolas de mi ropa puesta o sacándolas de mis zapatos sin recibir el menor indicio de ataque.
De esta manera, son los arácnidos con tráqueas los que diariamente se ven envueltos en escaramuzas aisladas contra los demás insectos, proveyéndonos de un tranquilidad aparente.
En sus pequeñas dimensiones, las arañas hacen valer su absoluto dominio de mi casa.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home