lunes, octubre 31, 2005

La mujer que no puede estar sola.

No lo soporta, pero en esta etapa no puede estar acompañada todo el tiempo. Lleva 8 años divorciada y, al parecer, esa será su condición permanente ya que no piensa volver a tener pareja. Su religión y todo lo que tiene que ver con su formación es más fuerte que ella. La supera, la ahoga y la tiene sola.

Y aun así, es lo que menos desea. No puede ir al cine, no puede ir a comer al restaurante que más le gusta, no puede pasear a ningún lado porque no tiene quien la acompañe.

Cuando está en casa, su sola compañía le aterra porque sus pensamientos pueden traicionarla y tal vez cuestione su circunstancia. Me encantaría haberla visto así a la edad de 20, abandonada con una maniaca dependencia devastadora que hubiera puesto a a prueba todo lo que tenía que dar. En naturalezas como ésta no hay mucho para donde moverse, o el carácter florece o se muere, no importa si se sigue respirando.

Pero casi a cuarenta años después, no hay mucho que pedir. Está claro, así va a seguir por el resto de su vida y nadie puede hacer nada al respecto. Sólo acompañarla para que la mujer que no puede estar sola, no lo siga estando.

martes, octubre 25, 2005

Dosis de pastillas rojas.

Al acercarse el fin de año me da mucho sueño. La falta de descanso patrocinado por el trabajo y la gran cantidad de cumpleaños de los que nacimos en octubre, mezclado con el frío de estas fechas, me provoca un estado somnoliento agudo.

Yo recomiendo, para disfrutar de esta situación (cualquiera, sea cual sea, debe gozarse por lo menos un poco y debe de estar acompañada de musiquita) escuchar el Timeless de Goldie.

Para aderezar esta circunstancia, lo mejor es quitarse los zapatos, colocarse en el sillón preferido y echarse una colcha encima. El toque maestro lo da una copa de tinto, Jack Daniels o un Ron añejado naturalmente.

Así, es posible divagar con Morfeo y visitar mundos mezclados donde es posible platicar con Elvis y contemplar junto con él una tarde soleada en el río Senna -que no conozco personalmente-, y disfrutar al mismo tiempo de las nalguitas andantes de las parisinas. Claro, y de ahí pasar sin ton ni son a la casa abandonada de Bosques del Lago donde Massive Attack da un glorioso toquín.

Sé que mucha gente no recuerda lo que sueña, por lo mismo, no traen consigo a esta realidad de despiertos la intensidad de la noche. Bueno, no concientemente. Yo me emociono durante el sueño y muchas veces me doy cuenta de mi alteración porque no paro de moverme para desgracia de mi querida Fabiola, que a veces la encuentro con una pila de almohadas sobre la cabeza para aislarse de mi excitación.

Hay días que no recuerdo lo que sueño, pero dejo huellas muy claras de una sesión intensa. Al apretar la quijada, signo de gran presión, la muelas no dejan de dolerme el día siguiente. Por supuesto trato de recuperar la causa de tal tensión, pero la mayoría de las veces he fallado en encontrar entre mis archivos mentales.

Tal parece que los sueños sólo revelan lo que el subconciente quiere que sepamos. Por eso, trataré durante estos días de mucho letargo estar al pendiente sobre lo que me quieran decirme éstos. Será como tomarme pequeñas dosis de pastilla roja, como la que ingirió Neo y despertó en otro mundo. Supuestamente el real.

Sólo espero que la modorres no me gane en la oficina, porque seguro despertaría desempleado.

martes, octubre 18, 2005

Juan y el tiempo.

Según me decía Juan, nunca podía hacer nada porque siempre estaba ocupado, y para hacer lo que fuera tenía que hacer una cita con el tiempo.

El problema es que el tiempo también estaba ocupado y a veces no lo podía atender, por eso Juan ya ni siquiera hacia el intento de buscarlo desde hace mucho.

No sé exactamente cuándo dejé de ver a Juan, pero lo recordé esta mañana al tomarme media hora y pasar a beber un café recién molido. Todas las personas que pasaron frente donde estaba tenían los mismos síntomas de Juan cuando él comenzaba a resongar por sus momentos libres.

No hubo excepción, todos corrían, muchos iban cabizbajos para no saludar a nadie e irse lo más pronto posible, o quizá esa posición los ayudaba a tomar velocidad y llegar más rápido a donde tenían que llegar. Tal vez así, al hacer todo de prisa, pudieran agendar una cita y ser recibidos por el tiempo.

Sentí nostalgia por Juan, así que llegando a la oficina lo primero que hice fue hablarle al último teléfono que dejó, pero contestó una secretaria, la que secamente me dijo que esa era la oficina del Ingeniero Rocha (creo que así se apellida Juan).

Cuando la puse al tanto quién era y de dónde hablaba, sentí cierta burla al decirme que las llamadas personales no eran importantes. Con su tono de voz secuestró lo que quedaba de Juan porque de inmediato, sin consultar a nadie, simplemente me informó que el Ing. Rocha se comunicaría conmigo tan pronto le fuera posible, que no podía atenderme.

Ahora ya no sólo Juan dice que está muy ocupado. Ahora tiene gente que trabaja para él y que informa a las demás persona que no tiene tiempo, de esta manera no desperdicia ni un segundo en nimiedades.

Yo solía ser su conciencia, pero Juan ya ni siquiera habla conmigo. Tendré que convencer al tiempo para que le dé una cita y así poder contactar de nuevo con él.

jueves, octubre 13, 2005

Pausa

Congela tu postura

Deja que los demás sean los que sea muevan


Observa


Fija tu mirada en la ausencia

Sin movimiento

Oye todo pero escucha la nada


No hagas caso a tu razón


Ni siquiera contemples


Deja de pensar.

lunes, octubre 10, 2005

Un lunes de octubre.

Por más que me esfuerce en ser yo mismo, lo único que consigo es ver todos los días frente al espejo al mismo tipo .

viernes, octubre 07, 2005

¿Cómo dar esperanza en tiempos del cáncer?

Rosendo y Lauro trabajan en una prestigiada agencia de publicidad. Los dos son jóvenes y tienen grandes expectativas como creativos publicitarios, a pesar que su área es lo más enfermo.

Desde hace poco años, la publicidad de la salud o médica ha ido creciendo tanto en México, que ahora hay festivales que premian las mejores campañas. Este tipo de publicidad genera, obviamente, millones y millones de pesos.

La salud es un gran negocio, por lo que la publicidad médica es sin duda su lucroso epítome.

Lauro y Rosendo generan frases de venta tan bizarras que pueden llegar a decir: “El cambio a Aromates después de dos a tres años de terapia prolonga significativamente el periodo de enfermedad”. Esta frase remata con esta subcabeza: “Y reduce recurrencias locales o segundos tumores primarios”.

Podría hacer una larga lista de insultos, pero nunca podría tocarle los talones a lo que hacemos para que la gente siga consumiendo ante su inminente muerte.

Esta otra frase me produce un poco de escalofrío: “Porque en cáncer de próstata avanzado siempre hay una esperanza”. ¿Qué tanto tiene que estar avanzado un cáncer para dejar de ser una esperanza? La respuesta es simple, nunca.

Dicen que la esperanza nunca muere, más si está apoyada por una mercadotecnia que lucra con ese sentimiento que es tan humano que sólo nosotros lo tenemos.

Siento pena por todos los que estamos involucrados en la publicidad, pero más que nada vergüenza. Siempre tratando de decirle a la gente cómo vivir, para que al final, cuando nos llegue la hora, no nos dejarlos morir en paz a través de nuestros anuncios.

Estamos mal enfocados y cuánta razón tienen los tibetanos cuando dicen que para bien morir, bien vivir.

jueves, octubre 06, 2005

Why can´t we live together?

Así se llama la mentada canción que estuve buscando durante tres días en las ocho horas laborales. Hoy miércoles a las 6 y media de la tarde, por fin encontré a la responsable que estuvo a punto de derramar esa gota que falta para desquiciar por completo mi sentido de la realidad.

Lejos estaba Thievery Corporation de ser el culpable, no se diga Zero 7 o algo parecido al Lo-Fi.

Why can´t we live together, maravilloso reclamo de amor, tolerancia y respeto fue escrito hace más de 20 años por un carnal llamado Timmy Tomas. Y para ser exudado sólo el ángel de nombre Sade.

Dios, seas lo que seas, gracias por probar que existes.

martes, octubre 04, 2005

Música para soñar.

Me siento perdido, el fin de semana escuché una canción en mi reproductor MP3 que me pareció maravillosa y por mala suerte ahora la tengo perdida. La he buscado desde el lunes por la mañana, por lo que ahora no estoy seguro si la pensé, la imaginé o qué. De no encontrarla tendré que tararearla algún músico para darle vida, pero lo que sale de mi boca no es exactamente lo que tengo en mi recuerdo.

Hasta ahora Thievery Corporation podría ser el dueño de la canción, aunque la mentada no está en mi repertorio, de donde se supone que la escuché.

La ansiedad está apunto de hacerme su desagradable compañía. Sólo espero encontrarla pronto o por lo menos soñarla, que es el lugar en donde muy probable me sepa hasta la letra.